¿Hay algo más
frustrante que un pulsador de test que se niega a funcionar bien? Este artículo
nos muestra como se pueden desmontar y tras una limpieza a fondo pueden
quedar como nuevos.
Cuando uno acaba de comprar un pinball de segunda
mano no le queda mas remedio que enfrentarse al enorme reto que supone el
mantenimiento de tan complicado artefacto… por narices, ya que seguramente su
anterior propietario no lo hizo en su momento. Limpieza, desmontaje,
reparación, cambio de gomas, etc, etc, etc... Esto es absolutamente normal, ya
que el estándar de limpieza y/o mantenimiento del vendedor siempre, siempre,
está por debajo de nuestro estándar (Primera Ley de Toni)
Sin embargo pocas averías provocan un grado de
frustración tan grande como encontrar unos pulsadores de test inoperantes.
Todos los ajustes de la máquina pasan por el interfase de estos botones y algo
tan simple como subir o bajar el volumen se convierte en una tortura si los
pulsadores no funcionan. Tareas más complejas y/o necesarias como los test de
lámparas, contactos o bobinas, o como la visualización de la contabilidad
interna del pinball para saber cuantas partidas ha jugado antes de comprarla
son prácticamente imposibles de realizar.
Lo más recomendable es cambiar directamente el
conjunto de pulsadores por uno nuevo, eso es lo que soluciona el problema al
100%. Pero viendo como está el mercado de repuestos pinbaleros en el mundo, uno
se siente como aquellos cubanos que mantienen sus antiguos autos americanos de
los años 50 con lo poco que tienen a mano, su imaginación y su trabajo.
Tras toparme bastantes veces con este problema en
varias máquinas diferentes, decidí un día meterme en faena y busqué la forma de
volver a habilitar los botones de test. En el fondo se trata de un método
bastante simple, en el que lo mas crítico de la reparación es perder el miedo a
meterle mano a las cosas más allá de lo que puede uno imaginarse. En términos
coloquiales, lo único que hace falta es ser un “echao p’adelante” y si uno no
lo es por naturaleza hay que darse uno mismo un empujoncito. Mucha gente que no
es “echá p’adelante” con la electrónica o las reparaciones se ha animado
(misteriosamente) a meter un pinball en su casa. Ese único hecho les convierte
automáticamente en unos “echaos p’adelante”. Así que venga, a por la caja de
herramientas y a coger el toro por los cuernos. Ya veréis que al terminar esta
reparación os diréis “caramba, pues no era tan difícil…” Herramientas necesarias para este proyecto:
-
Un destornillador tipo Philips (popularmente
llamado ”de estrella”)
-
Un alicate universal
-
Un buen limpiacristales que
sea capaz de acabar con la grasa
-
Unos bastoncillos de algodón no demasiado malos
(para evitar que el algodón se desprenda con facilidad del palo)
La imagen de arriba muestra un claro ejemplo del estado en el que se pueden
encontrar buena parte de los conjuntos de pulsadores. Sobre el adhesivo blanco
que indica la función de cada pulsador puede apreciarse la típica combinación
de bebida azucarada y ceniza de tabaco que, tras caer en el cristal que cubre
el tablero, se desliza hacia la puerta y sus mecanismos asociados: pulsadores y
monederos principalmente. El recorrido de una gota de ¿coca cola? destaca sobre
el lateral de este conjunto de pulsadores.
En el caso de tener que hacer funcionar un pulsador urgentemente, una buena
solución es pulverizar con limpiacristales sobre el eje del pulsador afectado
mientras que se pulsa varias veces, con el fin de que el líquido penetre en la
zona de contacto desincrustando la grasa hasta que “arranca” a funcionar. Este
truquillo te puede sacar temporalmente de un apuro, aunque solo lo hará durante
algún tiempo. En otro orden de cosas y para ir desmitificando algunos aspectos
sobre mi persona, debo reconocer públicamente que las fotos que salen en este
tutorial están sacadas de la Star Trek:TNG que tengo en casa. Siento desilusionar
a alguno, pero no tengo mis pinballs tan bien cuidados como mas de uno piensa
(en casa del herrero, cuchillo de palo, jee, jee, jeeee…)
Para empezar, lo primero que vamos a hacer es separar el bloque de
pulsadores de la pieza de metal que lo sujeta a la puerta. Para ello hay que
aflojar los dos tornillos que hay a cada lado de los pulsadores negros. Como
norma general en cualquier proceso de desmontaje en imprescindible disponer de
una pequeña cajita, recipiente o incluso un vaso de yogur usado y limpio donde
poner las piezas que se vayan desmontando para que no se pierdan. Estos dos
tornillos son particularmente pequeños y su pérdida acarreará problemas para
sustituirlos.
Este es el aspecto que suelen tener los pulsadores tras ser desmontados. Es
muy común encontrar incrustaciones de “yonosequé” alrededor de los terminales
soldados. Seguramente sea mezcla de reacción química del estaño-plomo de las
soldaduras con el precipitado de coca cola-ceniza. Lo primero que tendríamos que
hacer es limpiarlo frotando con limpiacristales y un cepillo pequeño, aunque me
he saltado esa parte en este tutorial (un cepillo de dientes viejo es tu mejor
aliado en estos casos).
El truco de la resucitación de los pulsadores de test consiste en darse
cuenta de que los pulsadores se pueden desmontar, y una vez desmontados pueden
limpiarse por dentro haciendo que sus contactos vuelvan a funcionar. Para poder
desmontarlos hay que bajar el muelle y alejarlo de la pieza alargada de
plástico blanco que puede apreciarse en la foto…
…separar ligeramente la pieza blanca del resto del pulsador…
…dejando que el muelle vuelva a su sitio sin que este siga sujetándola al
cuerpo del pulsador. Si os fijáis en los otros pulsadores veréis que el muelle
también tiene como función evitar que esa pieza blanca se mueva libremente.
A partir de este momento la pieza blanca se puede retirar tirando de ella
hacia fuera. Es posible que el hilo que está soldado a lo largo de todos los
pulsadores para compartir la masa eléctrica impida que se pueda retirar la
pieza blanca. En ese caso podemos cortarlo
y sustituirlo al final del proceso o usar el soldador para calentar las
soldaduras y alejarlo del pulsador dejando espacio para extraer la pieza.
Una vez retirada la pieza blanca ya podemos extraer el eje del pulsador.
Para ello hay que sacarlo con sumo cuidado porque en su interior residen un par
de pequeñas piezas metálicas con sus pequeños muellecitos correspondientes que
saltarán lejos de nosotros si no andamos con cuidado.
En esta imagen podemos apreciar las dos pequeñas piezas que se encargan de
realizar el contacto entre los
terminales del pulsador hay una a cada lado del eje.
Mirando un poco de lado se puede apreciar perfectamente la forma de los
contactos y su pequeño tamaño.
Una vez fuera, el eje del pulsador muestra este aspecto tras girarlo media
vuelta. Podemos ver como los contactos
sobresalen ligeramente de los laterales del eje gracias a la presión de los
muelles. Estando en esta posición los contactos quedan sujetos, pero un leve
roce o temblor de manos hará que los contactos se escapen de su asiento en el
eje y los muelles salten lejos de nuestra vista. Así que cuidado…
Si todo ha ido bien habremos extraído sin muchas dificultades estas dos
piezas, el eje del pulsador que incluye el botón, el muelle de recuperación,
los dos contactos y sus muelles asociados y por otro lado la pieza blanca de
plástico alargado y forma rara que tras haber visto la función que desempeña en
este conjunto podemos llamar, sin temor a equivocarnos, enclave del eje del
pulsador (en la foto está boca abajo respecto a su posición real respecto al
eje).
Así veríamos el pulsador, una vez huérfano de su eje. Si lo observamos
desde el lugar donde se introduce el eje veríamos lo siguiente…
En la siguiente imagen vemos como ladeando un poco el conjunto y con la
iluminación apropiada pueden apreciarse en el interior del cuerpo del
pulsador los terminales metálicos que se conectan gracias a los
contactos del eje cuando estos llegan hasta su posición. Eso ocurre
evidentemente cuando se aprieta el pulsador.
Viendo los contactos interiores desde esta perspectiva es fácil darse
cuenta de que los terminales sobre los que se sueldan los cables son mucho más
largos en realidad y atraviesan el cuerpo del pulsador como si fueran las
espadas que se usan en los trucos de magia. La parte interna que no vemos es la
responsable del contacto eléctrico en los terminales del lado externo del
pulsador.
Pero hasta este momento no hemos hecho mas que desmontar e ir descubriendo
las diferentes partes del pulsador. Aún no hemos limpiado nada. Así que hay que
ponerse el mono de faena y coger los trastos de limpiar. Para este caso he
elegido las siguientes armas de limpieza:
Unos cuantos bastoncillos de algodón de buena calidad y el limpiador
favorito de cada uno. El mío es el de la foto, ZAS Multiusos, que para mí
supera los resultados de otros productos
bastante mas conocidos como es el caso de Cristasol o Glassex (en cualquiera de
sus variantes)
Cogemos un bastoncillo y lo aplastamos ligeramente con unos alicates. Con
ello se consigue que tenga un perfil mas ovalado que redondo, apto para poder
introducirlo en el cuerpo del pulsador, adaptarse mejor a su forma y llegar
perfectamente a la cara interior de los terminales.
Seguro que alguien se pregunta si realmente pone IKEA en los alicates. Pues
si, IKEA vende una caja de herramientas (de color naranja con un lado
transparente que permite ver su contenido) en el que destacan varias
herramientas que vendrán bien a cualquier pinbalero: Un destornillador de
puntas hexabit de ¼ de pulgada con mango de goma muy cómodo de usar, una
pequeña llave inglesa para llegar a cualquier parte, un martillo de carpintero
también con agarre de goma y ese estupendo alicate universal que sale en la
foto. Lo mejor que se puede comprar por su excepcional relación calidad -
precio. Si no recuerdo mal, creo que todo el lote me costó 6 € o menos.
Lo siguiente es fácil, como ya imaginaréis. Se empapa de limpiador la punta
aplastada y se introduce frotando en el interior del pulsador:
Se frota un poquito por allí…
….un poquito por allá….
Y el resultado se aprecia en como sale el bastoncillo, dado que es difícil
observar como ha quedado el interior del pulsador
Tras esto toca limpiar los contactos del eje del pulsador. Este es otro
momento delicado en el que la precipitación nos puede llevar prácticamente al
fracaso del proyecto. Hay que tener cuidado al sujetar la pieza y al aplicar el
bastoncillo para que no salten contacto y/o muelle. Poniendo el dedo por el
lado del eje donde se ven los muelles basta para evitar que se salgan.
En el peor de los casos si se pierde un contacto o muelle, el pulsador
puede seguir funcionando ya que se utiliza solo uno de los dos contactos. Esto
se debe a que el cableado de la máquina solo contempla el conexionado con uno
de los dos contactos que tiene cada pulsador, el otro no se usa. Basta con
colocar el contacto del lado del pulsador donde está soldado el cable.
Siguiendo este esquema también es una buena medida preventiva para evitar
futuros falsos contactos el duplicar los contactos puenteando el cable del pulsador soldándolo a los dos lados del
mismo. Así utilizaremos los dos contactos en lugar de solo uno. Doble conexión,
mitad de averías por falso contacto.
Volvemos a insertar el eje del pulsador muy despacio, tapando con el dedo
el lado de los muelles para que no se piren en este otro momento delicado.
Acto seguido apretamos el pulsador…
…y colocamos el enclave del eje (la dichosa pieza blanca) con una ligera
presión sobre su extremo apretando para que entre en su orificio
correspondiente. Al hacer esto el eje no vuelve a salirse.
Solo queda retirar ligeramente el muelle…
Y volver a soltarlo atrapando el extremo del enclave en su interior para
que no se escape.
Giramos el conjunto de pulsadores para hacer una última comprobación: el
enclave debe haber quedado en su sitio.
Esta foto también me sirve para comentar que en los pinballs que tengo en
explotación he practicado unos pequeños agujeros con una broca de 3mm justo en
lo que sería el lado inferior del pulsador, en el centro de la cara de color
azul claro. En el caso de que vuelva a entrar líquido en los pulsadores los
agujeros evitarán que este se quede atrapado en su interior, ensuciando de
nuevo los contactos al evaporarse.
Ya metidos en faena sería el momento
justo para desmontar y limpiar los otros tres pulsadores. Y si habéis tenido
que hacer todo esto porque no os funcionaban, cuando hayáis terminado notaréis
una diferencia como la que hay de la noche al día.
Seguro que no era tan difícil como parecía al principio ¿no?
Toni “PinballBreaker” para TecnoPinball
Marzo 2007
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