Clásicos made in Spain

Fabricante Inder
Año Fabricación 1986
Jugadores 4
Bolas 1
Flippers 2
Multiball No dispone
Display/Marcador 7 Segmentos

Canasta 86, más conocida por todos como la Canasta, supuso un gran éxito de ventas para Inder, así como una excelente fuente de recaudación para sus explotadores. Este pinball viene a demostrar algo que todos sabemos pero a veces olvidamos: que sencillez y diversión son términos perfectamente compatibles en un tablero. A continuación trataré de desvelar las claves del éxito de éste pinball.

Temática del juego:

Obviamente baloncesto. Esta máquina fue lanzada en una temporada en que el baloncesto americano nos impresionaba a todos: la NBA empezaba a ser conocida por el público español, que alucinaba con las jugadas de gente como Michael Jordan, Magic Jonson, Larry Bird, y los grandes equipos como Lakers, Bulls, Celtics... La elección por parte de Inder fue muy acertada y los jugadores podían sentirse identificados con sus estrellas tratando de encestar la bola en los objetivos requeridos.
Por otra parte cabe decir que los chicos de Inder deberían haberse documentado bien antes de hacer los dibujos del tablero y backglass, ya que según los expertos, los jugadores representados llevaban camisetas incorrectas, o con el número equivocado. Esto puede que se haya hecho para no tener que pagar licencias, pero de ser así tal vez fuera más recomendable haber puesto equipos ficticios. De todos modos resultó una idea atractiva.
Objetivo del juego:

Sencillez ante todo. Dos bancadas de tres dianas cada una son el primer objetivo a batir. Una vez hecho esto solo queda tratar de obtener cuantas bolas extra y especiales sea posible. Dicho así parece fácil, pero a la hora de jugar no lo resulta tanto, ya que el diseño del tablero es un tanto traicionero y la bola no suele durar mucho en el área de juego.

Diseño del tablero:

También es muy simple. Es casi simétrico, siendo totalmente simétrico en la mitad inferior, donde se sitúan los primeros objetivos: las dianas abatibles. En la mitad superior encontramos tres bumpers y dos áreas de tres y cuatro pasillos que una vez iluminados tras derribar las dianas dan puntos, bolas extra o especial. En el centro del tablero hay una diana que se enciende con un especial al derribar todas las abatibles. Al estar delante de los bumpers, estos nunca te enviarán la bola directamente al centro. Por último mencionar dos dianas fijas en la zona inferior, una a cada lado y que también se encienden con especial tras derribar todas las abatibles, pero que al estar tan abajo requieren de mucha habilidad para se impactadas.

Artwork y sonido:

Los dibujos del tablero y backglass son correctos. Nada espectaculares pero dejan muy claro de qué va la cosa. Los dibujos de los laterales, en cambio, son muy sosos, a un solo color y pasan prácticamente inadvertidos. El sonido, en cambio podría valer para cualquier máquina, ya que sólo se trata se sonidos electrónicos que no hacen pensar en nada en concreto. Por otra parte, una vez superado el handicap (record) suena una musiquilla de unos cinco segundos, bastante llamativa en comparación con la tónica general del juego, pero que también habría podido valer para cualquier otro tema de juego.

Dificultad:

El punto fuerte del juego. Puede llegar a ser frustrante lo rápido que llegan a colarse las bolas de una partida, pero también puedes llegar a aburrirte de la facilidad con que te haces las partidas. En esta máquina, además de depender de tu habilidad, dependes mucho de lo inspirado que estés en ese momento. Y si no tienes un buen día, por más que te esfuerces no hay nada que puedas hacer.

Valoración final:

Esta máquina se ha ganado un hueco en la historia del pinball español. Durante su apogeo apareció por infinidad de bares y salas recreativas, dando como resultado extraordinarias recaudaciones, y a pesar de no ser ni muy bonito ni espectacular es divertido porque es un reto a la sencillez. Personalmente pienso que el renacer del pinball debería pasar por máquinas de este tipo, añadiéndoles un DMD, unos buenos sonidos y tal vez alguna rampa no muy retorcida, con el fin de que la base del juego siga siendo un reto fácil de entender pero difícil de lograr

Un último detalle. Canasta 86 aparecía en un spot televisivo de la fundación de ayuda contra la drogadicción.

Paturlas